Mis disculpas

Después del éxito que está cosechando la serie de relatos The last Bee, no me queda otro camino que pediros disculpas porque no he podido comentar como a mí me gusta en todos los blogs participantes.

El viernes en cuanto se publicó todo corrí rauda y veloz a leer todos los que pude desde las ocho a las ocho y media, hora en que cerré la farmacia y me fui a desempeñar las labores propias de mi sexo, véase hacer la cena. Pero en cuanto terminé de cenar y dejé a mi churumbel correspondiente fregando los platos (hacen turnos, por si alguien se lo pregunta) continué con la lectura, siendo así que fui de las primeras en llegar a la historia de sexo, jeje. Fui dejando algún comentario aquí y allá, y «me gusta» en todos los que podía, pero se hizo tarde y lo dejé para el día siguiente.

Pero hete aquí que no había reparado yo en que estamos en pleno final de curso, y en que tengo una hermosa hija (modestia aparte) que el lunes se examina de Biología, su bestia negra este curso, con lo cual llevo todo el sábado (y la que me espera hoy domingo), entre ribosomas, replicaciones de ADN, ARN mensajero y de transferencia, enzimas aminoacil ARN transferasa y demás lindezas.

Como veréis el panorama no puede ser más desolador, que a mí me gusta la biologia, sí, pero esto es demasiado. LLevan un temario que ni siquiera di yo en la carrera, que a mí me gusta que les metan caña, que opino que tienen un nivel muy bajo y esas cosas, pero aquí se han pasado. Cuando lees un párrafo de tres líneas te entran ganas de llorar: ¡si parece ingeniería genética!

Es más, el plan de estudios es una castaña. Este año no se podía coger Química y Física a la vez, no me preguntéis por qué. Con lo que ahora, que al final ya ha decidido lo que quiere hacer (una ingeniería), resulta que no había cogido Física y veremos a ver cómo lo arregla el año que viene, creo que hay unos cursos cero o algo así en los que a principio de curso los ponen al día.

Me parece una estupidez que los críos tengan que decidir como lo hacen ahora a los 16 años qué es lo que van a estudiar, porque ya tienen que decidir entre rama sanitaria y tecnológica, cuando no tienen nada claro. En aquél momento Consuelo decidió rama sanitaria, y al final ha se ha decidido por una ingeniería, pues bien, ahora le cuentan menos notas para la dichosa Paeg, y tenemos el problema de la Física. Cuando yo estudiaba, te ibas por ciencias o letras, que eso todo el mundo lo tiene claro, dabas Física, Química, Biología, Matemáticas, y todo te contaba en la Selectividad y podías luego estudiar lo que querías.

Ahora te limitan, y si has elegido mal, ya estás en desventaja a la hora de la Paeg, y encima estás menos preparada, porque ya me diréis por qué pueden evitar dar Matemáticas este año y sustituirlas por CTM (Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente), cuando las Matemáticas son imprescindibles en cualquier carrera de ciencias….. Lo dicho, un despropósito total, en vez de facilitarles las cosas  y darles más opciones a los chiquillos, les van cerrando puertas.

Pero en fin, que la entrada no era para contaros esto, sino para decir que he leído todos los relatos, me han encantado absolutamente todos, me he reído hasta hartarme, pero que no puedo comentar uno por uno porque me falta tiempo material. Así que desde aquí os doy la enhorabuena a todos, las gracias por haberme incluído en este maravilloso experimento y os recuerdo que sigo leyendo todo lo que publicáis, eso sí, en el móvil y ahí no puedo comentar. Disculpadme este silencio obligado, pero la Biología me espera…… arrggggggggggggggg.

THE LAST BEE (ahora sí)

¡Que ahora sí, que ya ha llegado!

El estreno mundial del gran relato a quince manos organizado por el líder de opinión, el aclamado Dessjuest, ve la luz por fin.

Después de una accidentada semana, en la que la menda se coló publicando la entrada prevista para hoy y posteriormente tuvo que pedir disculpas aduciendo mocos y toses así como empanamiento mental debido al frenadol, por fin hoy vais a poder disfrutar de la gran primicia.

Aquí os pongo el enlace (que ahora sí que tiene que funcionar) del inicio de la historia:

http://nonperfect.com/the-last-bee/punto-de-partida-la-abeja-de-los-huevos/

Recordad que cada historia tiene al menos dos continuaciones posibles y que hay un total de 30 finales diferentes.

Espero que disfrutéis. Las felicitaciones, al líder, que ha sido el encargado de coordinar el embrollo y aguantar a las tecnolerdas (lo siento, Yeste) como yo.

 

Tecnolerda

Según el DRAE.

Tecnolerda: Dícese de la boticaria que teniendo que hacer un post para la presentación de los relatos The Last Bee y proponiéndose programarlo para el día del evento, o sea, 25 de abril, le da a la tecla equivocada y va y lo programa para el día 22, con lo que su sorpresa es mayúscula cuando empieza a recibir comentarios sobre dicho post y se da cuenta entonces de que su tecnolerdez  raya la patología.

 

VAAAAAAALE, que no pasa nada, que así todo el mundo se va enterando y se crea expectación, pero yo lo que quería era no tener que escribir el viernes, ¡y ahora tengo que hacer otra entrada ese día!!!!! Además, que la entrada era un borrador, que tenía fallos, que no es que yo pula mucho mis entradas, pero algo se podía mejorar, como no repetir en dos párrafos y frases casi seguidas lo de «insigne»….

Y por otra parte, que si la entrada hubiera sido algo supersecreto que no se hubiera podido publicar hasta el día 25, pues igual se hubiera publicado y yo me hubiera cargado con un simple click el trabajo de más de dos meses de coordinación y escritos. ¿Es ésto tecnolerdez o no lo es?????

En fin, que lo único que puedo poner como excusa es que tengo un trancazo del quince, de los de mocos cual orco de David el gnomo, toses como un trabajador del asbesto 40 años fumador, y un dolor de garganta impresionante. Hoy ya he empezado a tomar antibiótico bajo mi cuenta y riesgo (en casa del herrero cuchara de palo, dicen) porque si pido cita para mi médico de cabecera igual con suerte me la dan para después del puente de mayo, así que a grandes males, grandes remedios.

Os leo a todos, pero disculpadme que no estoy para comentar en vuestros post, que bastante he tenido hoy con arrastrarme a la farmacia (más que nada porque no tenía frenadol en casa y quería tomarme uno) y pergreñar este post de excusas con el fin de que el jefe no se enfade mucho conmigo (lo siento, Dess, ya te avisé que no era muy espabilada con la tecnología).

Bueno, y aquí os espero el día 25, no faltéis.

The last bee

¿Quién me iba a decir a mí que a solo unos meses de mi estreno como bloguera iba a entrar en el Olimpo de los escritores participando en un insigne evento mundial como es el estreno de «The last Bee»?

Y todo gracias al insigne líder de opinión (aka Dessjuest) que ha organizado con gran esmero y dedicación así como con una capacidad de organización que te cagas, tan magno evento.

Por si no lo habéis visto en el telediario o en los carteles publicitarios que aparecen por doquier, una de las participantes (Bypils) amablemente nos ha facilitado esta introducción:

 

La última abeja del planeta.
The Last Bee es una iniciativa original, protagonizada por
quince blogueros, que da una nueva dimensión a los relatos en
cadena o relatos compartidos.
Participan quince blogueros (once españoles, dos mejicanos, un nicaragüense
y uno de la República de Erandio) que no se conocen más allá de las fronteras
de sus blogs , coordinados por uno de los participantes. Durante dos meses,
cada bloguero ha ido recibiendo fragmentos de la historia central que debía
continuar. Ninguno de los participantes (a excepción del coordinador) ha
conocido el desarrollo total de la historia.
A partir de un relato inicial, protagonizado por la última abeja que queda en el
planeta tierra, se han encadenado cuarenta seis historias con treinta finales
diferentes. La lectura de The Last Bee es totalmente interactiva .Al final de
cada fragmento de la historia, se puede elegir entre dos y, a veces, tres
opciones, para continuarla.
Aviso : De los treinta finales posibles, sólo uno contiene escenas de sexo…
¿Por qué The Last Bee? Lo hemos titulado en inglés, con la esperanza que a
algún productor de series de TV ( tipo Breaking Bad ) le llame la atención y
decida hacer una serie basada en esta apasionante aventura de la última abeja
del planeta…
The Last Bee se estrenará, en rigurosa primicia mundial, el próximo 25 de
Abril, a las 20:00 (hora española). La historia inicial se encuentra en este link
http://nonperfect.com/the-last-bee/punto-de-partida-la-abeja-de-los-huevos/

The microwave riders

Aviso a navegantes: hoy toca entrada ñoña.

……………..

¿Cómo resumir en unas líneas tus 16 años?

Parecía cosa de magia, tantas pastillas, inyecciones y visitas al médico que fueron necesarias para traer al mundo a Consuelo, y sin embargo cuando una tarde de agosto me hice un test de embarazo, ahí estaba la prueba de tu existencia. Rápidamente me tumbé, porque como era usual en cada uno de mis embarazos, estaba manchando y no quería que se interrumpiera prematuramente lo que ya había comenzado.

Esta vez, sin embargo, no fueron necesarios los tres meses de reposo absoluto que tuve cuando estaba esperando a tu hermana. En un par de semanas me dieron permiso para hacer vida normal y todo tu embarazo transcurrió apaciblemente y sin complicaciones más allá de tener alrededor a una niña de un año que hablaba por los codos.

Es curioso, con lo que a mí me gustaba estar embarazada, solamente tengo una foto de cuando lo estaba de Consuelo, pero nada más, así que los recuerdos de tu embarazo son fugaces, como flashes independientes en una línea de tiempo y que no sabría enfocar en un momento concreto.

Un peto marrón incomodísimo con el que me pasé la mayor parte del embarazo, un abrigo verde que aún pulula por ahí, los jerseys azules que tejí, el calor que pasé ese invierno a pesar de lo friolera que yo era…

Me ingresaron tres días antes de que vineras al mundo porque tenía la tensión alta, recuerdo que la noche antes de dar a luz me comí un bollycao que me trajo papá (creo que es de los pocos que me he comido en mi vida, si no el único). La chica de la cama de al lado llevaba varios días fuera de cuentas y también se comió otro. A las cuatro de la mañana me desperté: se la llevaban al paritorio porque habían empezado las contracciones. Al darme la vuelta en la cama me di cuenta de que yo también rompía aguas y entonces me llevaron a monitores y allí estuve unas horas hasta que tu corazón empezó a latir lentamente y la matrona se asustó. Rápidamente me llevaron a dilatación y comenzó la agonía de la oxitocina para acelerar las contracciones. El monitor que las medía no funcionaba y no las registraba, así que cada vez que la matrona entraba le daba un poco más al gotero de oxitocina pensando que no me estaba haciendo nada. Y una mierda. Las contracciones se sucedían empalmando tres cada vez hasta que me quedaba unos segundos sin dolor. No, no había epidural.

A las doce menos cinco atravesábamos el pasillo hacia el paritorio. Recuerdo que miré el reloj al pasar por delante y pensé: la hora del Ángelus, por favor, que haya nacido a las doce, que ya no aguanto más. Y así fue. Dos empujones y estabas fuera. Papá dijo que eras igual que Consuelo. Cuando te pusieron encima de mí después de limpiarte un poco te habían hecho la raya en el pelo, tanto tenías (el abuelo se pasó todo el tiempo que estuvimos en el hospital pensando que nos habían dado el cambiazo con unos gitanos que había en la habitación de enfrente). No tenemos fotos de cuando naciste, la cámara se la habíamos dejado a tu tío para el viaje de fin de curso a Praga y dijo que se la habían robado (yo siempre pensaré que la perdió pero dijo que se la robaron para no quedar tan mal….).

Fuiste un bebé ejemplar, no lloraste hasta que tenías tres o cuatro meses, jamás tuviste cólicos, pero no consentías tomar biberón. Cuando tenías cinco meses empecé a trabajar y la abuela pasaba horas intentando darte el biberón sin conseguirlo. Solo querías tu teta, y por supuesto, tampoco querías chupete, como tu hermana. Vosotros siempre habéis gastado de los vuestro: los tres os habéis chupado el dedo para mi gran desesperación.

Siempre has sido el más mimoso de los tres, aunque ahora me das menos besos, y los que me das pinchan. Pero ahora ya tienes a quien dar más besos, y aunque sabes que no me gusta porque creo que eres muy joven todavía, he de reconocer que ahora estás más responsable, más maduro, más «suave». Eso no quita que se me encogiera el corazón cuando me dijiste (con cara de cordero degollado) que había una amiga con la que ibas a quedar a merendar, pensé que ya te estaba perdiendo un poco. Pero las cosas son así, estáis creciendo sin que casi me dé cuenta, ya me sacas la cabeza y me da una pena infinita ver las fotos de cuando eráis pequeños porque todo ha pasado demasiado deprisa.

Inma escribía un día que ojalá fuera posible conservar esos recuerdos y traerlos al presente, que volviérais a ser pequeños pero sin dejar de ser mayores, como si hubiera dos universos paralelos: uno el presente y otro que volviera a revivir toda vuestra infancia, porque ahora con el paso del tiempo te das cuenta de lo rápido que ha sido todo, como si no se hubiera saboreado lo suficiente y necesitásemos volver a transitar por esos caminos que quedaron atrás. Estos 16 años han sido como un suspiro. Cuando ves una película que te ha gustado mucho tienes la opción de ir al principio y volver a verla, o releer un libro que te ha llegado al corazón, con los hijos solamente quedan los recuerdos, y nunca son suficientes.

Mientras escribo esto, trato de ponerme en tu piel. Estoy escuchando a Avenged Sevenfold, y he de reconocer que algunas canciones me gustan, pero ya sabes que mi favorita es Local Hero. En unos días tendrás la nueva guitarra que tanto ansías, ya está pedida aunque tú no lo sepas. Has trabajado bien estos días para conseguirla, sin quejarte (apenas) de los madrugones para ir al campo, de las ampollas en las manos y del calor que ha hecho mientras ayudabas a papá. Cuando quieres algo eres capaz de esforzarte al máximo, pero te falta confianza en ti mismo, la convicción de que podrás hacer cualquier cosa que te propongas (incluso formar ese grupo que tus amigos y tú habéis bautizado como The Microwawe Riders). Cuando te creas eso, serás imparable.

Estoy orgullosa de ti, jamás lo dudes. Y no dejes nunca de darme esos besos pinchudos.

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Hoy hay postdata, como dice Dess. Y por supuesto, tenía que ser Avenged, una de las canciones que estoy escuchando mientras escribo esto y que me ha gustado, Dear God, aunque seguro que no es de tus favoritas, porque no gritan.

 

 

Batallitas

A raiz de un simple comentario en el blog de Dolega, que está de cumpleaños, por cierto, y en el que yo decía que tenía que felicitar a mi amiga María José la de Albacete, me veo en la obligación de hacer una serie de aclaraciones ya que he podido comprobar que mis lectores son muy cumplidos, pero poco atentos…

O sea, que hubo algunos que leyeron dicho comentario y rauda y velozmente acudieron a mi blog a felicitarme el cumpleaños, creyendo que cuando hablaba de María José la de Albacete estaba haciendo un ejercicio de escritura hablando de mí misma en tercera persona. Pero he de deciros si es que no lo sabéis aún que mi nivel como juntaletras no llega a tanto y cuando hablaba de María José la de Albacete me refería precisamente a mi tocaya oriunda de la capital. Máxime cuando ya me había currado una entrada el día de mi cumpleaños, allá por noviembre.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, me voy a marcar una entrada de batallitas para explicar el porqué de tan curioso apelativo para mi amiga, y no simplemente llamarla María José.

Si leísteis mi macondografia en el blog de Chema y os acordáis de algunos datos, veréis que soy hija única y que estudié farmacia en Valencia. Hija única con el agravante de no haber viajado nunca sola ni haberme separado de mis padres, la única opción viable era que me fuera a vivir a una residencia de monjas para estar bien controlada y que no me desmandara. Éramos unas cuarenta chicas, la mayoría de pueblos de Valencia y sobre todo de Castellón, solamente había una chica de Albacete que llevaba allí ya 3 años, así que a las monjas y a mi madre no se les ocurrió mejor idea que «encomendarme» a ella y decirle que cuidara de mí (eso fue mi madre, claro). Ella era una de las veteranas y se encargó de que en las novatadas las demás no fueran excesivamente crueles. Total, era una residencia de monjas, lo más grave que hacían era dejar a las novatas en bragas y sujetador en la ventana que daba a la garita de los soldados que había enfrente (la resi estaba enfrente de Capitanía General). Por suerte (o desgracia, ejem) a mí no me tocó esa novatada, se ve que les caí en gracia porque era muy payasa y les encantaba que les hiciera reir. Por aquélla época fue cuando Martes y Trece triunfó con Encarna y las empanadillas de Móstoles y yo bordaba el papel.

En fin, que  a raiz de aquellos comienzos y dado que María José (la de Albacete) y yo éramos prácticamente las únicas que nos quedábamos allí los fines de semana puesto que las demás vivían bastante cerca y se iban a casa, nos hicimos inseparables y a pesar de que era mayor que yo siempre estábamos juntas. Parecíamos el punto y la i porque ya sabéis que yo soy bastante alta y ella es tirando a bajita (bueno, tirando no, es que es bajita).

Y os preguntaréis el porqué de bautizarla como la de Albacete, ¿acaso no podía ser simplemente María José? Pues no, porque ahora entra en escena la segunda María José (o tercera, si me cuento yo): mi compañera de habitación que también era novata y que era oriunda de un pueblecito de Castellón. Así que cuando hablaba por teléfono con mis padres y me refería a alguna de ellas siempre tenía que especificar cual de ellas era y si les decía el apellido se iban a quedar igual, total una era García y la otra Martínez, nada de Itarramundi de Lozoya  o cosas así que pudieran distinguirse, y la forma más fácil de diferenciarlas era apelando a sus orígenes.

Y aunque han pasado casi treinta años de aquéllos días, seguimos teniendo relación y seguimos distinguiéndolas como María José la de Albacete y María José la de Castellón.

Así que a ver si estamos más atentos a lo que leemos y nos acordamos de que mi cumple ya lo conté en la entrada Efemérides, y que allí mismo ponía que no soy de Albacete, sino de Villarrobledo. De todas formas, es un gustazo que os hayáis lanzado a felicitarme y os lo agradezco enormemente. Como me decía Chema en un comentario, da igual que fuese o no mi cumpleaños, seguro que habría algo bueno este día para felicitarme y disfrutar. Y así ha sido: he estado cortando hierba al lado del cerezo en flor mientras escuchaba a Bon Jovi, después de comer con las personas que más quiero en el mundo y verlos reir a todos (aunque Sebas hoy no se ha llevado la guitarra y Consuelo no ha cocinado nada dulce). Bueno, y que me tengo que despintar las uñas, ¡ya! que las llevo horribles.

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Entre el olvido y la memoria

A estas alturas, ya todos los que pasáis por aquí debéis saber que nuestro amigo Miguel, de Entre el olvido y la memoria, nos ha dejado.

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Inma y Yeste tuvieron la idea de hacerle un pequeño homenaje con nuestras historias y sustituir el ya tradicional post de las Tontás por una entrada dedicada a él, así que aquí va mi pequeña contribución intentando, desde el más absoluto respeto a Miguel y a toda su familia, haceros pasar un rato entretenido, como sé que a él le hubiera gustado.

Aquí va.

……………….

-¡Jefe!

-Dime, Perico.

-¿Puede venir un momento a portería? Que aquí hay uno que dice que nos hemos equivocado, que quiere la hoja de reclamaciones….

-¡Ah! Ya sé, seguro que es Miguel, lo estaba esperando. Ya sabía yo que al llegar aquí se iba a plantear algunas dudas, voy ahora mismo para allá, dile que se espere.

…..

-Miguel, ¡amigo mío! ¡Aquí estás! Ya, ya, no me digas nada, ya sé que tú no te llevabas muy bien con Paquito y con mis otros empleados de por allí abajo, pero no, no es un error. Pasa p’ adentro, anda.

Calla hombre, calla, qué alegría tenerte por aquí, ¿cómo has podido dudar de que te íbamos a recibir aquí? No pensarías que  iba a dejar que te fueras con el vecino de abajo, con el calor que hace allí, quita, quita, si aquí si está en la Gloria, ya lo verás. Además, hay por aquí gente que te va a encantar conocer. Fíjate, hace unos días, sin ir más lejos estuve hablando con el humorista ése tocayo tuyo, ¡lo que nos pudimos reir leyendo la Tontá que hiciste imitándole! Dice que eres un digno oponente, lo bien que lo vamos a pasar ahora aquí con vosotros dos, esto va a parecer el Club de la Comedia pero con más nivel, por supuesto, teniéndoos a vosotros, ¡dónde va a parar!

Mira, y ahora que hablo de las Tontás, precisamente hoy que es día once (aunque tú se supone que llevas aquí más días, pero ya verás que aquí la concepción del tiempo es un poco rara, ayer, hace un siglo, mañana….. eso aquí no tiene la más mínima importancia, ya te acostumbrarás) tus amigos han decidido que no van a hacer la Tontá de siempre (con lo que a mí me gustan, leñe), pero que van a escribir algo dedicado a ti. Ahora en cuanto hagamos las presentaciones nos ponemos a leerlas, ya verás que bien. Ya sé que tú tenías tus dudas sobre si se podía leer aquí, o al menos eso decías en un post que escribiste, pero como verás nos hemos modernizado desde que vino Jobs. Se echó las manos a la cabeza cuando vio que todavía estaba yo escribiendo sobre las Tablas del la Ley todo el día ahí, pimpam, pimpam, con el cincel y el martillo (la verdad es que ya estaba un poco harto), y ni corto ni perezoso nos hizo firmar un convenio y ya ves, todos con nuestro ipad. La verdad es que es mucho más cómodo, aunque el windows 8 a mí no hay quien me quite la idea de que es una mierda, mira tú. ¿Que cómo es que está Jobs aquí siendo budista? Aquí no se hacen distinciones, si una vez aquí todo es paz y después gloria, mira, sin ir más lejos, ¿ves a aquél de allí con el pañuelo de cuadros? Sí, el mismo, Arafat. Ahí lo tienes, jugando al mus con Ariel Sharon, ¿quién te lo iba a decir? Si es que allí abajo os empeñáis en hacer las cosas difíciles y no es tan complicado….

Y ahora que hablamos de allí abajo, ya sé que los tuyos están muy cabreados conmigo porque te he traído tan pronto, pero esto es así, no hay que darle más vueltas. Ahora están llenos de dolor, es natural, pero ya verás como con el tiempo ese dolor se irá transformando en una tranquila resignación, te recordarán como lo que fuiste: un buen esposo, un buen padre y un excelente abuelo, y agradecerán el tiempo que pasaste con ellos como un regalo en sus vidas.  Al fin y al cabo, te tenían como modelo, y siendo tú como eras, no podrían ser ellos de otra manera.

Pero no nos pongamos sentimentales, ya te adelanto que tú no los vas a perder de vista, estarás siempre ahí vigilante y no te quepa duda que podrás echarles un cable cuando les haga falta, eso no hay ni que decirlo. Y no te preocupes, que ellos siempre van a saber que estás ahí. Son cosas que se saben.

¿Lo de si vas a poder escribir aquí? Pues claro, no te digo que tenemos ipads, lo único que solamente te vamos a poder leer los de aquí pero quieras que no, es todo un privilegio, ya sabes que tenemos  hasta premios Nobel (mira, por allí va don Camilo, ya te digo). Y por tu blog no te preocupes, me da a mí que tu hija igual toma el relevo. De momento ya ha hecho dos entradas, una, la inevitable, y otra escueta, pero ahí están todos los que te leían arropándola y deseando que siga con tu memoria, ya sabes que no vas a caer en el olvido.

……..

Descanse en paz, Miguel Merino Bruguera.

Aquí tenéis los enlaces de las demás entradas dedicadas a Miguel.

Libros en marzo

Rectificar es de sabios. O al menos eso dicen.

Ocho libros leídos en marzo. Y esta vez ganan los autores españoles, cinco a tres. Os he hecho caso, para que no digáis que no soy obediente.

-La hermandad de la Sábana Santa, de Julia Navarro. Una serie de incendios en la catedral de Turín, donde se custodia la Sábana Santa dan lugar a una investigación donde se entrelazan asesinatos y hechos sospechosos que nos pasean por los tiempos de Jesús, los Templarios y la actualidad. Consigue encontrar una «explicación» a la falsedad de la Síndone demostrada por las pruebas del carbono 14 y que la sitúan en el medievo. Siempre me ha gustado el tema de la Sábana Santa, así que el libro me entretuvo y por supuesto le daré más oportunidades a la autora.

-Un trago antes de la guerra, de Dennis Lehane. Recordáis que ya leí otros de este autor, éste concretamente es el primero de la serie de los detectives Kenzie y Gennaro, y me ha gustado menos que el segundo, que es el que ya había leído, se nota que los personajes aún no están totalmente conseguidos y no me ha acabado de convencer. Mucha sangre y mucha violencia, como es normal con este autor.

-Helen no puede dormir, de Marian Keyes. Mi adorada Marian, leí este libro antes de Navidad, pero me apetecía mucho releerlo. Es el último que se ha publicado y por ahora el que más me ha gustado. Los personajes de Marian siempre son complicados (alcoholismo, violaciones, maltrato…) y en este caso no iba a ser menos. Helen, la pequeña de las Walsh está pasando un mal momento: ha perdido su trabajo, su piso y la depresión que la asoló hace unos años parece volver con fuerza. Los pensamientos que pasan por su cabeza son durísimos, pero creo que todos los hemos tenido alguna vez aun sin haber sufrido una depresión profunda como Helen (yo al menos, sí…).

-El tiempo mientras tanto, de Carmen Amoraga. Vi la recomendación en el blog El buscalibros por un enlace de Dolega. Me echó para atrás que era un finalista del Planeta, y siempre me han repelido un poco esos premios, pero el argumento me llamó la atención. Aunque en la reseña recomendaban que se leyera cuando uno estuviera fuerte de ánimo porque era un libro muy triste yo lo cogí en un momento de bajonazo, cuando estás tan depre que lo único que te apetece es leer calamidades (un poco masoca sí que soy…). Efectivamente es un libro muy muy triste, pero puedo decir que de todo lo que llevo leído este año ha pasado a estar en el primer lugar de mis favoritos. Lo empecé el sábado por la tarde, seguí por la noche y sacrifiqué mi «dormida» la mañana de domingo para leerla: me desperté y en vez de darme la vuelta y seguir durmiendo, cogí el libro de la mesita y lo terminé. Me encantó. Tengo que volver a leerlo. Para la reseña os remito a El buscalibros.

-El bolígrafo de gel verde, de Eloy Moreno. Ya que estaba en racha de españoles, creo que fue en el blog de Jatz donde vi que estaba leyendo o había leído algún libro de este autor, así que me lancé. Después de el de Carmen Amoraga me supo a poco, aunque no está mal. Quizá me resultó un poco naif el final, pero la historia la verdad es que está bien, habla de lo difícil que es mantener una relación en una gran ciudad donde se emplea la mayor parte del tiempo en trabajar  y desplazarse, dejando bajo mínimos la vida familiar. Afortunadamente yo vivo en un pueblo y eso no lo vivo, pero resulta agobiante.

-La casa veneciana, de Mary Nickson. Es una relectura, pero me apetecía algo insustancial y «de volver a casa» como yo llamo a estos libros. Se parece a Nora Roberts, pero un poco más pastelosa y sin escenas de cama, aún así no llega al nivel romanticón de Danielle Steel y similares. Es una lectura sosegada, sin sobresaltos y que no te hace pensar, cuando dejas el libro los personajes salen de tu mente, no así como en el de Carmen Amoraga, que estuve rumiando durante varios días después.

-El guardián invisible, de Dolores Redondo. Fue una recomendación de María, y dado que estoy en el mes de autores españoles, decidí darle una oportunidad. Y he de decir que salió muy airoso, de hecho en cuanto lo terminé empecé con la segunda parte, Legado en los huesos.

Son libros policiacos pero ambientados en la Navarra profunda, con lo que se me hacía muy raro leerlos al no haber leído nunca literatura española de este tipo, pero confieso que me han encantado; me han recordado mucho a Camilla Lackberg, pero me gusta mucho más Dolores Redondo, la verdad. La estructuración de los personajes y los escenarios se parecen a los de la sueca pero ya digo que me gustan más los bosques de Elizondo que la nevada Fjällbacka. Quizá lo que menos me haya gustado son las referencias a las leyendas vasconavarras aunque en este caso me ha recordado a Nora Roberts que también incluye en algunas de sus novelas elementos fantásticos. De todos modos, espero ansiosa la tercera parte porque me ha quedado por ahí un personaje con una historia no resuelta y quiero saber si mi intuición es cierta.

 

Como veis, he hecho los deberes y he descubierto autores españoles que me han gustado mucho así que os agradezco todas las recomendaciones. De hecho, el primero que he leído en abril es otro español…..ya os diré cuál.

Cosas que me hacen sentir bien

Los cerezos en flor.

El olor a hierba recién cortada.

Que mi hijo Sebas toque para mí Going Home de Mark Knopler con su guitarra, aunque se equivoque.

El sonido de la lluvia en el tejado.

Empezar a leer un libro, cuanto más gordo mejor, y que me guste.

Que Consuelo me lleve el desayuno a la cama.

Poner el despertador el domingo y saber que no me tengo que levantar.

Meterme en la cama con sábanas limpias.

Calentarme los pies helados entre las piernas de mi marido.

El olor a bizcocho de chocolate haciéndose en el horno.

Llevar las uñas bien pintadas.

Y el pelo bien.

Estrenar zapatos.

Ver reir a mi madre.

Y a mi marido.

Y a mis hijos.

Que mi hijo Juanfran me cuente chistes malos malísimos.

Ver el icono de WordPress en el móvil anunciando un comentario (ya estáis tardando….).

Ver «Qué bello es vivir».

Escuchar a Bon Jovi.

Mirar el reloj de la bici estática y que ya haya pasado la media hora.

Hablar con mi amiga Amelia (y con Carlos).

Sonreir.

……………………..

No penséis que me he vuesto pastelosa con esto de estar un poco depre. La próxima entrada (bueno, la siguiente a la próxima, que ésa ya tiene dueño) versará sobre las cosas que me sacan de quicio, y ahí me odiaréis.