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Cosas de botica IV

Una nueva entrega de las andanzas de la boticaria, hoy para recomendaros desde este lado del mostrador unas cuantas cosas que nunca jamás debéis decirle a vuestro boticario so pena de que algún día lo pilléis de mal humor y os conteste lo que realmente piensa.

Situación nº1. Cuando tengas los ojos irritados y necesites un colirio, procura no seguir este esquema de conversación:

-Buenas, quiero un colirio.

No has dicho pará qué lo necesitas, si es porque tienes los ojos secos, irritados, tienes legaña, los tienes rojos, etc. Con lo cual el boticario pasará a preguntarte:

-¿Para qué?

En ese momento, lo que debes contestar es qué tipo de problema tienes en los ojos, y no poner cara de asco y decir:

-Pues para los ojos.

El boticario es un profesional y ya ha estudiado en la carrera que los supositorios son para el culo y los colirios para los ojos, así que no pongas ese careto de «este tío no se entera» porque en el momento que dices «colirio» ya sobreentiende que es para los ojos y no para el culo. Así que lo que procede contestar es el tipo de patología que tienes ¿está claro?

Situación nº 2. Tienes que hacerte un análisis de orina, y como siempre, te acordarás a las dos de la mañana de que al día siguiente tienes que llevar tu preciado tesoro al médico y no tienes un envase. Así que acudes raudo y veloz a despertar al farmacéutico de guardia (que empezará a dar palmas con las orejas cuando le pidas el envase y vea que va a echar a la caja 50 céntimos del ala, pero ése es otro tema), y le dices:

-Dame un envase de orina.

Cuando tu pides en un bar un vaso de agua, es un vaso que contiene agua, si pides una botella de cocacola te pondrán una botella que contiene cocacola ( o pepsi, caso de no tener, o si el bar está haciendo boicot al ERE, que de todo hay en estos tiempos), con lo cual si tú pides un envase de orina, lo primero que se le pasa al boticario por la cabeza es que va a ir al baño y te va a llenar un envase con orina, para que aprendas.

Así que lo que procede es decir «Dáme un envase PARA orina». Nunca subestimes el poder de una preposición.

Situación nº3. Llega la temporada de gripes y catarros y tú, abnegado boticario, como todo hijo de vecino, coges uno, para no ser menos y por supuesto, dar ejemplo.

Si vas a la farmacia y ves que tu farmacéutico esta acatarrado, jamás le digas: «jaja, ve a la farmacia y tómate algo» o bien «vaya, tú también te constipas, estando rodeado de tantos medicamentos». A ti puede parecerte gracioso, y quizá lo sea, pero cuando el farmacéutico lo oye por 76488303031ima vez pierde un poquito la gracia. Que lo sepas.

Situación nº 4. Puede que tu farmacéutico lleve unas gafas de pasta como Rappel, o que lleve el pelo tan cardado como Aramis Fuster, pero ello no implica que sea adivino. Así que cuando quieras tus pastillas procura llevar algún cartoncito del envase, un blister vacío, una notita con el nombre, lo que sea, pero no le digas al boticario:

-Dame mis pastilllas.

Y cuando el boticario te pregunte que cuáles son, no respondas:

-Unas con una caja cuadrada.

Puede que el boticario esté de buenas y siga haciendo indagaciones sobre el color, la forma, el tamaño… o bien que ese día lo pilles un poco torcido y te rete a entrar en la rebotica y buscar alguna caja que no sea cuadrada. De hecho, yo reto desde aquí a alguien que me diga qué caja de cualquier cosa (y que no sea una caja de sombreros) que no sea cuadrada, y cuando digo cuadrada, por supuesto no me refiero a cúbica (y el paciente tampoco), sino a rectangular. Toooooooooodas las cajas de medicamentos son cuadradas, así que la aclaración que habéis hecho no sirve de nada. Igualmente, si el boticario os interroga sobre la forma y color de las pastillas no contestéis:

-Blancas, redondas, pequeñicas.

La inmensa mayoría de las pastillas son así, así que por piedad, cuando vayáis a la farmacia a por algo, llevadlo escrito.

Situación nº 5. Los piojos son eso, piojos. Y como tales, merecen ser llamados así y no «pipis». No es ninguna deshonra tener piojos, de hecho, todos los hemos tenido alguna vez (bueno yo no, yo era de tener lombrices, que es como más chic), así que cuando vayas a la farmacia a por un champú antipiojos para tus hijos no te lleves al farmacéutico a un rinconcito y susurres:

-Dame un champú para los pipis.

Coño, di piojos, que no pasa nada, ¡que no son ladillas!!

Y hasta aquí la nueva entrega de esta boticaria que además de desquiciada, es un poco pijotera ¿a que sí?

47 pensamientos en “Cosas de botica IV

  1. Pues vaya cómo viene hoy la boticaria!!!! Un pelín pejiguera, no?

    Cajas que no sean redondas? Las de las pastillas Juanola (mira que no saberlo tú, que vives rodeada de medicamentos … 😉 y las de las ensaimadas de Mallorca. Hay más como las de los Toblerone o los Lacasitos, pero bueno

      • No vale!!! Tú habías dicho «De hecho, yo reto desde aquí a alguien que me diga qué caja de cualquier cosa (y que no sea una caja de sombreros) que no sea cuadrada». En ningún momento dices que deben ser de medicamentos 😉

  2. ¡¡Qué arte!!….Un pelín quisquillosa sí, ¿no?
    que conste que te comprendo, sé lo que es guerrear con un público, pero mujer, déjales que digan «pipi», se sienten mejor al decir eso que decir la palabra «piojo» que siempre ha sido equivocadamente sinónimo de miseria, además, ¿no te gusta más la pijotería?, jajaja, ¡¡¡¡pues toma finolis!!!!

    Besos apretaos.

    • Querida Yeste, tú es que no sabes que ahora los piojos no entienden de clases???? Si hasta los mas finolis los padecen, ya no es sinónimo de pobreza, ni de ná, solamente de mala suerte de que tu chiquillo los pille y te haga la pascua!
      Un besico.

  3. Jajajaja
    Me uno a tu club chic..yo también tenía lombrices.
    Nada que ver con la precisión en el habla, pero saber de piojos es una ventaja: cuando a la chiquita de la casa le encontramos uno no hallábamos qué hacer….y me acordé de la entrada costumbrista de Paterfamilias al respecto.
    Como no teníamos vinagre usamos alcohol y santo remedio.
    Jajaja
    Me estoy riendo otra vez.
    Por cierto, acabo de terminar mi primer libro de Marian Keyes, lo he disfrutado muchísimo, más porque este último mes ha estado lleno de responsabilidades.
    Gracias por la recomendación.
    Q.Beta

  4. Jajaja ni pedigüeña ni quisquillosa, te entiendo perfectamente. Santa paciencia la que hay que tener en la mayoría de los trabajos de cara al público.
    Sólo puedo rebatirte lo de las lombrices… chic? Jajajaja, asco diría yo.
    Yo confieso que me sigue dando corte pedir según qué cosas, pero procuro llamarlas por su nombre. Tonterías las justas.

    • ¡Por supuesto que es más chic y más elegante! Lo de los piojos es muy vulgar, jajajaja.
      Corte no te tiene que dar ninguno, mujer. Cuando estás al otro de lado del mostrador agradeces mucho más que la gente no tenga reparos y te diga las cosas tal y como son, y no dando rodeos.
      Un besico.

  5. ¿De verdad que los supositorios van por el culo? Ya decía yo que me producían dolor de estómago.
    Supongo que el de los condones tiene que estar al caer.
    Buenísimo, boticaria. Me ha encantado.
    Besos.

  6. Bueno…con los piojos me he dejado yo sueldos en la farmacia, todavía se me ponen los pelos de punta de recordarlo. En mi caso ya no hacía falta ni pedirlo, como la tengo al lado de casa y hay confianza cuando me veían entrar suspirando con los ojos en blanco ya sabían lo que pasaba.
    Yo hago algo que no sé si es muy correcto, ni como se verá desde el otro lado del mostrador, pero a la farmaceutica la utilizo de médico de cabecera, odio tanto ir al médico y perder tiempo que para todas las cositas sin importancia allí que me planto con mi retahila de síntomas para que me aconseje.

    Besitos

    • Los piojos, esos adorables animalicos….
      Cuando viene un representante a ofrecerme antipiojos natural, sin productos químicos, ecológico…. y cosas así yo siempre le respondo que se los meta por donde le quepan, porque cuando una madre viene desesperada por los piojos de sus hijos en lo que menos piensa es en el medio ambiente y en la toxicidad. Lo que quiere es que los piojos desaparezcan de una puta vez!! Así les tenga que echar azufre en la cabeza, jajaja.
      Haces muy bien en preguntar a tu farmacéutica, para cosas sencillas es una tontería ir al médico, claro que si hay alguna patología de base yo siempre los mando al médico, no me gusta meterme en camisas de once varas.
      Un besico.

  7. Es decir, que si quiero un champú para las ladillas entonces si que debo decir «pipis» 😀

    No estoy de acuerdo en lo de los ojos, ¿yo qué se que tengo?, tú eres la farmacéutica ¿no? 😀

    • Bueno, bueno. A ver, quizá la respuesta «¿para qué?» no sea la más adecuada por parte del boticario. Quizá debe preguntar «¿Qué es lo que te pasa?» Para que así el individuo pueda decir si lo que le pasa es que le escuecen, que tiene legaña, sensación de arenilla….
      Mea culpa.
      Lo de las ladillas, genial. Si algún calvo buenorro viene a pedirme algo para los pipis mirándose los bajos de reojo ya sabré que eres tú. :mrgreen:

  8. Gracias a Dios, no suelo visitar mucho las farmacias, pero creo que a día de hoy, y han pasado ya unos años, en una farmacia todavía se deben acordar de mí.
    Imagínate que estás en tu farmacia, tranquila, sentada en la rebotica delante de tu ordenador a tus cosas, viernes tarde y de pronto entra alguien y a la manceba que está atendiendo oyes como le piden amoxicilina, así sin receta, tú levantas la vista de la pantalla a la vez que ella pregunta ¿no tiene receta? ¿es para adulto? y oyes como contesta «no tengo receta y es para un pez que tiene una infección en un ojo» Las caras de ambas, tanto boticaria como manceba dignas de foto, mandíbulas desencajadas y oigo por detrás de la chica la voz de la boticaria ¿un pez? ¿ha dicho un pez? «sí, tiene una infección en un ojo y hay que echarle unas gotas de amoxicilina, sé que parece raro, pero es así» . Me dieron la amoxicilina sin receta pero con la petición expresa de que por favor sacase fotos y les contase la evolución 😉
    Besines

  9. Jajajaja. Hoy venías con ganas de descargar, por lo que veo… Me andaré con ojo la próxima vez que vaya a la farmacia, no sea cosa que luego vea que hablan de mí en un blog. Jajaja. Besotes!!!

      • no te lo vas a creer, pero es que te juro que había entendido que en vez de pipis, perdon!!! piojos.. jajaja.. era que habías tenido lombrices en el pelo!!!!!!!!! jajjajjaja.. chica, no sé cómo han conectado mis neuronas cuando te he leído.. les echare una buena bronca, tranquila.. no volverá a pasar!! ajjajaajja.. creo.
        un besico!

  10. Jajaja, lo de la caja me ha matado, cómo es la gente!!! Yo tampoco he tenido nunca piojos, y sí era de tener lombrices. Qué tiempos aquellos, que no vuelvan. Trabajar de cara al público siempre es un asco, pero a cambio sacas algún que otro post para el blog 🙂 Biquiños!

  11. Joooooder como está el patio 😀
    Vale, ya sabemos lo que no tenemos que decir cuando vayamos a la farmacia, jajajajja
    Reconozco que soy un desastre con la memoria de los nombres de las pastillas. Menos mal que me conocen y tienen piedad de mí.
    Yo siempre he llamado a los piojos, piojos y mi hijo hubo años que batió records de contagios. Yo llegué a pensar que tenía cuatro ó cinco guardados en un frasco para pillarlos cuando quisiera, porque no era normal y mi gasto en potingues de esos tampoco.
    Besazo

    • Si no hace falta saberse los nombres de las pastillas, solamente hay que recortar un trozo del cartoncico!!! Que no somos adivinos!!!
      Pesadillas he tenido yo con los piojos, cuando caían los tres a la vez, no daba abasto a pasar la liendrera. Qué asquito!!
      Besicos.

  12. jajajajajajjajajajajaja pues nunca había considerado la importancia de una preposición para la salud mental de un boticario jejeje

    Me encantan estas experiencias tuyas en clave de humor. Gracias.

    Besos mil

  13. Todavía no hemos parado de reír…..
    Dios mío, lo que da de sí una vida dedicada al medicamento, jajajajaa….
    Lo de las cajas cuadradas, mundial…
    Yo tengo una anécdota, contada por mi prima boticaria. Ocurrió hace ya muchos años: señora que entra en la farmacia con un niño pequeño (5 o 6 años) y le dice a mi susodicha prima: «quería algo para la «pistolita» del nene» (no recuerdo la patología concreta…).
    Te imaginarás a qué se refería con «pistolita» verdad??
    Cada vez que lo recordamos, nos partimos….
    Besitos.

  14. Vamos, que se me habia pasado este post, ahora con la app de wordpress lo he visto,
    Pues eso, que te noto un poco irascible con lo amable que tu eres en la botica, jajaja……
    Aguanta, aguanta, que somos mu cansinos…..
    Me temo que no vas a cambiar los habitos preguntiles…. Son muchos años conociendo a los de tu pueblo… Jaja

    Por cierto, me tienes que decir como hago para que salga en el lector de wordpress los botones de rebloguear, comentarios y me gusta(la estrella), que en el mio no sale…… Y estoy aturullá….

  15. Tia, me troncho, en serio. Estas cosas hay que sacarles punta y está claro qeu tú lo haces muy bien. Estoy pensando en hacer un apartado que se llame «la bibliotecaria paciente» e ir plasmando anécdotas similares, porque al fin y al cabo, lo que me viene a ver aquí es público (que encima he de medio educar).

    En fin, que muy bueno, como siempre, aunque con retraso, pero voy poniéndome al día poco a poco.

    Besos!

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