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Cosechando triunfos (o de cómo tu marido se transmuta en «madredelapantoja»)

Creo que todos los que pasáis por aquí ya sabéis que a Consuelo, además de la cocina, lo que le gusta es correr. Correr y competir. Y que ya es oficialmente en casa «la campeona de Cuenca» porque ganó la media maratón en su categoría en tal ubicación.

Después tuvimos los diez kilómetros en Valencia, que pasaron sin pena ni gloria porque el clima húmedo no le acompañó, estando ella acostumbrada a correr en un clima más seco que la mojama.

Estos últimos días llevaba un tiempo dando por saco para hacer alguna otra carrera, y esta servidora intentó complacerla buscando alguna competición que no estuviera lejos de nuestro pueblico pues ya sabéis todos que a mi santo esposo lo de conducir lo trae por el camino de la amargura. Así que cuando vi que el sábado 8 de marzo se corría el primer duatlon ciudad de Albacete, no me lo pensé dos veces, porque además ése era el segundo sábado de carnaval y así evitaba que la nena dijera que quería salir por la noche. Juas, juas, juas.

Inciso: en mi pueblo somos más chulos que nadie. Se supone que el carnaval representa el triunfo de don Carnal sobre doña Cuaresma, y que termina precisamente cuando empieza ésta, el miércoles de Ceniza. Pues en mi pueblo, no. Empieza el carnaval el día de jueves lardero, la semana anterior a miércoles de Ceniza, y continúa ininterrumpidamente hasta la semana siguiente, pasado el miércoles, con su entierro de la sardina incluido, hasta el domingo. Diez días de carnaval, ahí es nada.

Mis hijos habían permanecido vírgenes carnavaleros hasta este año, pero ya no los he podido sujetar más y este año han salido alguna (4 concretamente) noche, con el consiguiente servicio de taxi por mi parte, llevándolos y recogiéndolos de la zona de marcha, porque aunque esto es un pueblo una servidora es un poco cagueta y no ha consentido que regresaran solos a casa, así que ahí he estado yo, que odio el carnaval, haciendo portes recogiendo a uno y a otra (el pequeño no ha salido, aúnnnn).

En fin, que me desvío del tema. Pues el caso es que yo pensé: si va a la carrera no tendrá ganas de salir y eso que me ahorro. Pues fue a la carrera, y a las siete de la mañana del domingo la recogí….. no digo más. El tiro por la culata, creo que se llama.

Ya solo me quedaba convencer al padre para el viaje, cosa harto difícil. Ya comenté en otro post que le gusta viajar tanto como incrustarse palillos en las uñas ¿recordáis?. Pues bien, en esta ocasión mi estrategia consistió en comentar que dado que es una prueba difícil, solamente se habían apuntado 12 chicas y ninguna de la edad de Consuelo, así que en teoría, iba a ganar en su categoría y subiría al podium. Un buen argumento, ¿verdad?

Pues ni por ésas. En vez de tener que ir a Albacete (80 kms de distancia, autovía) con una bicicleta parecía que nos tuviéramos que ir al Nepal cual Juanito Oyarzábal acompañados de un sherpa a escalar el Himalaya. Todo eran problemas, que si dónde vamos a meter la bici, que si para eso hace falta un soporte, que esa bici no vale que es de montaña y lo que necesita es una de velocidad, que ése soporte que has mirado no vale porque si nos para la guardia civil nos multa…… Total, que a tres días de la prueba yo ya había tirado la toalla (a todo esto, Consuelo llorando por los rincones y laméntándose de su suerte).

Al día siguiente me llama a la farmacia: que he estado mirando el soporte que viste, que eso no vale, que he preguntado por otros y valen 300 euros, que he pensado que si echamos los asientos del coche para delante igual cabe. (Hacía días que yo le había dicho eso, que cuando compramos las bicis, dos, en Albacete, por cierto, vinieron ambas en el coche, con los asientos echados hacia delante). Pero entonces parecía una idea fabulosa….

Total, que allá nos fuimos el sábado, tempranito, porque por la mañana había una especie de reunión informativa para explicarles donde había que hacer los cambios a bici y eso.

La carrera era en el circuito de velocidad. Llegamos después de dar la vuelta un kilómetro antes porque creíamos que íbamos mal y luego no, con lo cual ya se iba cociendo el cabreo. Al llegar le preguntamos a unos chicos que había por allí y nos mandaron unos metros más allá. Al preguntar a los de más allá, nos volvieron a mandar allí, y al volver a preguntar a los de allí, resultó que era donde allá. Con lo cual ya empezó el refunfuñe del padre diciendo que era la última vez que lo pillábamos para una carrera, que la organización era una mierda (sic) y otras lindezas….

Una vez explicada la cuestión técnica a Consuelo y recogida la bolsa con el dorsal y la camiseta preceptiva, nos encaminamos a casa de una amiga donde ibamos a comer y allí ya se calmaron los ánimos (básicamente porque  me soplé dos copazos de vino mientras se hacía la comida, vaya).

Comimos amigablemente y salimos hacia el circuito porque la carrera era a las cuatro. Las chicas, según el programa, saldrían diez minutos después. Llegamos con el tiempo un poco justo, la verdad sea dicha,eran las tres y media más o menos, pero había que bajar la bici del coche, llevarla a la zona de transición donde debían cogerla después, ponerse el chip en el tobillo…. Y entonces a la nena le dieron ganas de mear y no encontraba el baño, tenía sed y el bar estaba a tomar por culo…. en fin, todo muy relajado mientras por los altavoces decían que las chicas saldrían un minuto después que los chicos y que se prepararan que se daría la salida en cinco minutos (ahí confirmé que mi santo llevaba razón, era una mierda de organización, porque la carrera empezó a las cuatro menos cinco, cuando estaba anunciada a las cuatro y a las cuatro y diez la de las chicas).

Con todas las prisas, se me olvidó darle la glucosa que llevaba en el bolsillo, y la nena salió corriendo como buenamente pudo.

Ahí comenzó la transformación del padre. Se subió a las tribunas o lo que fuera aquélla torre que había en el circuito y hasta que no agotó la batería del móvil no paró de filmar y de hacer fotos cuando su chica pasaba por allí. Mientras tanto, yo me daba cuenta de lo de la glucosa y me fui a decirle a los jueces que si podía dejarle las pastillitas encima de la bici para que las tuviera cuando llegara a esa zona. Por supuesto, me dijeron que nones. Luego pensé: ¿y si se las doy cuando pase por mi lado? Pero se me encendió una lucecita y pensé que la podrían descalificar, cosa que me confirmó el amable juez cuando volví a preguntárselo, no sin antes advertirme de que esas cosas hay que preveerlas y tenerlo todo preparado en la línea de salida, como si se lo estuviera explicando a una lerda. Menos mal que no lo voy a volver a ver en la vida, porque si no, me moriría de vergüenza…

Después de una hora y veinte, 5 kilómetros corriendo, 17 y medio en bici y otros 2 y medio corriendo, Consuelo entró en la meta, mientras por los altavoces se oía que en ese momento entraba en la meta la primera clasificada en la categoría promesas femenina. ¿Adivináis cómo lo sabía el chico del altavoz? …… Efectivamente, el padre de la nena se lo había dicho para que lo dijera cuando entrara por meta (segunda transformación en madredelapantoja). Llegaron entonces los abrazos y besos de rigor y las quejas de Consuelo de que la bicicleta era una mierda que se le había pinchado en la primera vuelta (no era así, solamente iba un poco floja de aire, pero eso le obligó a ir toda la carrera casi totalmente incorporada, así que de aerodinamismo, cero patatero).

Como ya sabiámos, ganó su categoría, pero es que además, hizo mejor tiempo que la chica que ganó la sub23, así que en realidad ganó las dos categorías, pero evidentemente, solamente le dieron trofeo por la suya, para cabreo del padre, que quería que le dieran los dos premios.

Y aquí viene lo de la entrega de trofeos…. Como evidentemente sabíamos que tenía que subir al podium, su padre no hacía más que preguntar ¿dónde está el podium? dando vueltas como un poseso cargado con la bicicleta y moviéndose por allí mientras Consuelo y yo hacíamos como que no lo conocíamos, porque en vez de haber ganado la categoría promesas cualquiera diría viendo al padre que le habían dado el oro en las Olimpiadas….

Por fin llegó el momento y recibió su preciado obsequio, su placa y una botella de vino. Pero hete aquí que no se habían acabado las tribulaciones. Nos dimos cuenta (el padre, por supuesto) de que en la placa ponía «3ª clasificada», así que raudos y veloces le preguntamos a la chica sub23 que también había sido la única ganadora lo que ponía en la suya, que era por supuesto «Campeona». Así que hubo que ir a reclamar la placa oficial de campeona, que menos mal que nos dimos cuenta allí, que si no habría que haber vuelto a por ella así hubiéramos llegado ya al pueblo.

Y así fue como regresamos a casita con nuestra placa, la botella de vino, el móvil sin batería y una bonita urticaria en las zonas donde me había dado el sol, consecuencia de un medicamento fotosensible que estoy tomando y que todavía perdura 8 días después del evento.

42 pensamientos en “Cosechando triunfos (o de cómo tu marido se transmuta en «madredelapantoja»)

  1. Eso de ganar hasta con la rueda floja tiene mérito. No me extraña el orgullo del padre. A ver si este verano se organiza algo en Los Monegros (tipo Baja Aragón) y te aviso, para que la chica tenga el calorcico que le resulta más familiar y no esas humedades levantinas tan nocivas para la salud.
    Besos.

    • Nosotros la veíamos pasar casi totalmente incorporada, y pensábamos que no sabía nada de aerodinamismo, y luego ya nos dijo que es que llevaba la rueda floja y si se inclinaba, la bici iba peor.
      Lo de ir a los Monegros habrá que ir preparándolo ya, porque ya ves lo que le cuesta al padre arrancar!!!
      Besicos.

  2. Jo con tu nena: cocina, carrera, bici… Orgullosos es poco; a la próxima, siete baterías, para poder grabar y «entrevistar» en condiciones. Mi más sincera enhorabuena.

  3. XD XD XD vaya aventura la carrera de la niña, madre mia, agotamiento total aunque mereció la pena. Por lo que leo, se confirma que el padre de Consuelo es igualico al mio jajajajaj, no hay quien pueda con ellos. Enhorabuena a la niña porque está hecha una jabata y a vosotros por acompañarla!!!
    Besos

  4. Tres hurras a Consuelo… Hip hip…. Y otros tres, cómo no, al «padredelaconsu», que los tiene más que merecido, jajaja. Eso sí que es sacrificio filial, Jaja Jaja.

    Dale besos apretaos a la campeona-cocinera-bloguera maravillosa que tienes en casa… De tal palo,..

  5. Esa Consuelo como mola se merece una ola oooooooooooolaaaaaaaaa
    Ayy esos padrespantojiles porque dicen de las madres, pero doy fe que son peores los padres, dónde va a parar!!!
    Besinos para esa SuperConsuelo y para la SuperMamá que aguanta al padrelapantoja jejejee

  6. Primero darle la enhorabuena a esa campeona, que ya quisieran much@s… Segundo, no sé por qué pero últimamente vuestros consortes están teniendo más protagonismo en vuestros blogs que vosotras mismas: véase a Dolega con el papel higiénico, a Inma con el Coriano y sus viajes y ahora el pobre PadredelaPantoja y su devoción por su niña (babeos varios). Decidme la verdad: os llamáis como las adolescentes para saber qué se van a poner para salir de fiesta y escribís sobre el mismo tema????

    El día que me ponga yo a contar lindezas de MarHomo váis a flipar…

    Besotes pantojeros!

  7. Felicidades para Consuelo!!! Y para su padre por llevarla.

    (…)

    Bueno, va, y para su madre ;-).

    ¡Vaya con la niña! A ver cuándo venís a una carrera por aquí cerca (ya me encargo yo de la comida y demás fruslerías) y hacemos que se conozcas nuestros churumbeles (ya tu sabeh).

    Me ha hecho gracia eso de que Consuelo lloraba … ¿desconsolada?

    • Sí, hijo sí, me llora a mí, en vez de a su padre y yo tengo que hacer de intermediario, cual Kofi Anan cualquiera, jajaja.
      Lo de ir pallá tiene su aquél, ya ves lo que le cuesta ir a los Albacetes, cuanto ni más tan lejos, habrá que ir trillando el camino a ver si cuela, con eso de conocer a la familia política….
      Besicos.

  8. madre mía! pero si parece que la maraton la corres tú maña!! jodo!! jajjajajaja.. aupa la consu!!

    lo de padrepantoja me ha matado!! tengo unos cuantos así.. te copio el apodo! jajajja..
    un besico!! (y espero que estés mejor, cuideseme)

  9. Bueno, bueno, tú no tienes una hija, tienes una «autoridad competente» en muchas disciplinas: deporte, cocina, estudios….Vamos, un tesorito. No es de extrañar el «pantojeo matriarcal» del papá, jajaja… (vaya palabro..)
    Enhorabuena y un besito para cada uno, que os lo merecéis (cada uno por una cosa :))

  10. Mira, nena, con una hija así, uno tiene que ir a Albacete y hasta a Nepal. Joe con el padrepantoja, qué acomodaticio!

    Padre es igualico. Se quejaría por tener que llevarla y luego estaría con la baba colgando todo el día… Hombres!

    Enhorabuena por esa pedazo de hija. Es un tesoro!

    • Yo creo que todos los padres son iguales con sus nenas. Con los chicos es distinto, parece que congenian más, por eso de ser del mismo sexo y que les interesen las mismas cosas…. , pero al final la nena es «la niña de sus ojos».
      Besicos.

  11. A ver , que nos estamos yendo por las ramas…
    lo verdaderamente importante es que Supergirl ganó su trofeo, y todos los demás trofeos si hubiera corrido en igualdad de condiciones, y hubiera batido el record del mundo y todo eso que luego no da de comer… 😉
    ¡¡¡Dejad ya en paz al pobre hombre!!!! (y al resto de maridos aka acompañantes, que habeis aprovechado para empezar a criticar a la subespecie masculina en cuanto os han dado pie) Alguna cosa buena también hacen de vez en cuando . Alguna habrá, pensadlo bien. XDDDDDDDDD
    Como se entere de que le has llamado «madredelapantoja», ya verás ya… 😛
    Besos !

  12. ¿Pero cuando se va a comvencer el mundo de que esa chica vale cien veces su peso en oro?
    Una bicicleta de calidad ¡¡¡YA!!!! que no se puede ir ganando trofeos con material malo, joder.
    El padre mucho no gustarle viajar, pero como la niña empece a ganar carreras, ya verás como le coge el gustito a conducir 😛
    Besazo y dale uno especial para ella.

    • Programada tiene ya salida para el día 5 al pueblo de al lado, otra media maratón. Se iba a ir con el Club, que ya la he apuntado, pero anoche dice el muy pellejo que la llevábamos nosotros!!! Si es pá matarlo, no me digas que no!!
      Besicos.

  13. Bueeeeeno, que ya estoy aquí. Eres la primer de la tarde, o la segun, que voy atacá.
    Felicidades a Consuelo lo primero y luego a ese padre, padrazo transmutado en madre pantojil. Si es que a los hombres cuando les entra el orgullo con sus «niñas» pierden la verguenza, el pudor y lo que haga falta jaja.
    Besitos

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